La inversión más segura y estable

Fincas Agrícolas Con Pistacho

El nuevo coronavirus, bautizado como COVID-19, que congeló nuestras vidas hace ya un mes, está dejando importantes lecciones a la sociedad. Lecciones de solidaridad, de compromiso y de entrega de los profesionales. Una de las más importantes es, como ya sabíamos las personas que nos dedicamos a él, es la catalogación como esencial del sector primario, este que ha trabajado día y noche para que en cuarentena no se haya dado un desabastecimiento de los productos alimentarios en las estanterías de los supermercados. Este sector, que los días previos a la declaración del estado de alarma salía a la calle luchando por un futuro digno, apenas tiene en las últimas décadas un peso en el PIB del 3% según las estadísticas del Banco Mundial y que, como ha quedado demostrado, es básico en la naturaleza del ser humano.

La agricultura sector primario fundamental

La crisis sanitaria que hemos vivido deja al descubierto que, si bien todas las actividades son importantes, si tenemos que volver a lo básico, el campo debe de seguir produciendo, pues es fundamental. Es fundamental desde aquel que decidió no abandonar las parcelas heredadas de su abuelo y se dedica hoy a la producción de alimentos básicos, como aquel que cuida, recoge estos alimentos, los selecciona y los pone a disposición de los consumidores, que no dejamos de ser, ni más ni menos que las personas. Esta crisis sanitaria, además del dolor que está dejando en muchísimas familias nos avisa de que vendrá acompañada por otra crisis con consecuencias catastróficas para la economía y es que, se da por hecho que nos sobreviene una crisis económica si cabe, aún peor que la sanitaria. Hay trabajadores que han perdido su empleo y ahorradores que temen por lo que tanto trabajo les ha costado conseguir a lo largo de su vida laboral. En la prensa se comienza a especular día tras día sobre qué es seguro hacer con nuestro dinero y que no, mientras nuestras amistades y familias nos preguntan si éste está seguro en el banco. En internet se ven numerosos foros que nos invitan a invertir ahora que hay “rebajas” en todas las bolsas mundiales y como el oro se dispara a niveles ni siquiera vistos en los años posteriores al 2008, donde se erguía como valor refugio frente a la crisis financiera mundial que nos acechaba por aquel entonces.     Es cierto que este metal precioso siempre ha sido un refugio frente al miedo que siente el ahorrador, por desgracia, no es tan fácil para una persona normal acceder a la compra de ese como si compras un refresco en el súper. Es complejo encontrar medios para apostar por este valor que sean fáciles para una persona sin unos conocimientos financieros expertos en fondos, rentabilidades y cotizaciones. Por otro lado, la volatilidad de este mercado es también importante, pues después de alcanzar su punto más alto en la última década el 1 de octubre de 2012, apenas un año después, el 1 de enero de 2014, su precio había caído un 36,35%.

La inversión agrícola, una oportunidad

Desde IberoPistacho queremos, con estas palabras, poner en valor el trabajo y la inversión agrícola, pues esta crisis debemos verla como una oportunidad, ya que es una inversión real. Una oportunidad para la lucha en la que la España vaciada está siendo, con su trabajo, protagonista, contra la despoblación rural, contra el abandono de las tierras de cultivo y, una oportunidad, para la inversión en activos reales, activos que podemos ver, oler, oír, tocar y sentir. En la siguiente tabla, que hemos elaborado partiendo de datos ofrecidos por el INE tanto de precio medio de una hectárea de tierra cultivable, así como del precio medio del metro cuadrado de vivienda en nuestro país, podemos observar cómo afectó la crisis del 2008 a estos dos tipos de activos.     Tanto si hubiésemos comprado una finca, como una vivienda en el año 2007 (año base), en el año 2018 valdría menos de lo que pagamos una década antes. Sin embargo, es muy llamativo que la volatilidad del precio de la hectárea es mucho menos sensible a las crisis económicas. Esto es lógico, puesto que la tierra es un bien finito, es decir, no puede obtenerse ni fabricarse más, los kilómetros cuadrados que componen un territorio no pueden modificarse, mientras que viviendas siempre pueden existir más.

Revalorización del terreno en el tiempo

De hecho, la revalorización del terreno cultivable es notable en las últimas décadas, como podemos observar en la siguiente tabla, con base en 1983. Es decir, si en el año 1983 hubieses comprado una hectárea de terreno cultivable en España, en el año 2018 ésta valdría un 298% más. Sin tener en cuenta los años productivos, las cosechas o la revalorización del terreno por la inversión y puesta en marcha de algún cultivo permanente.    

Invierte con seguridad, reflexión por el pistacho

Desde IberoPistacho, tenemos claro que el cultivo del pistacho es una gran inversión, tanto por su rentabilidad a medio y largo plazo como cultivo, al ser uno de los frutos secos más valorados del mercado, como por la revalorización del terreno una vez establecido este cultivo, incluso en los primeros años aún sin producción. Es por ello, que os invitamos a reflexionar sobre las posibilidades de buscar una fuente de ingresos extra o una inversión paralela en este cultivo, en el que, como ya sabéis bien, os acompañamos de la mano con asesoramiento desde el primer minuto sin coste ni compromiso alguno. Ya lo deja claro nuestro refranero: “Tierra, cuanta veas, casa, en la que quepas”

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